Poemas de Navidad

Recopilamos poemas de temática navideña. ¿Puedes dejar un comentario eligiendo el que más te gusta y por qué?

1: ROMANCE DEL NACIMIENTO
San Juan de la Cruz

Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,

abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,

entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,

festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,

que eran joyas que la esposa
al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:

el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía

2:JESÚS, EL DULCE, VIENE…
Juan Ramón Jiménez

Jesús, el dulce, viene…
Las noches huelen a romero…
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría…
Mas la celeste melodía
suena fuera…
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma…

¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!

3: LAS PAJAS DEL PESEBRE
Lope de Vega

Las pajas del pesebre
niño de Belén
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre pajas,
del frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y del calor también.
Dormid, Cordero santo;
mi vida, no lloréis;
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.
Dormid entre pajas
que, aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven,
serán mañana espinas
en corona crüel.
Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer;
que aunque tan grandes deudas
en pajas las cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad en tierno llanto,
divino Emmanüel;
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.
No piense vuestra Madre
que ya Jerusalén
previente sus dolores
y llora con José;
que aunque pajas no sean
corona para rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

4:Poema al Nacimiento de Cristo

de Luis de Góngora

Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!
Cuando el silencio tenía
Todas las cosas del suelo,
Y, coronada del yelo,
Reinaba la noche fría,
En medio la monarquía
De tiniebla tan cruel,
Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!
De un solo Clavel ceñida,
La Virgen, Aurora bella,
Al mundo se lo dio, y ella
Quedó cual antes florida;
A la púrpura caída
Solo fue el heno fïel.
Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!
El heno, pues, que fue dino,
A pesar de tantas nieves,
De ver en sus brazos leves
Este rosicler divino
Para su lecho fue lino,
Oro para su dosel.
Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él
5:LAS ABARCAS DESIERTAS
De Miguel Hernández

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría. 

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

6, San Gabriel
Federico García Lorca

I

Un bello niño de junco,
anchos hombros, fino talle,
piel de nocturna manzana,
boca triste y ojos grandes,
nervio de plata caliente,
ronda la desierta calle.
Sus zapatos de charol
rompen las dalias del aire,
con los dos ritmos que cantan
breves lutos celestiales.
En la ribera del mar
no hay palma que se le iguale,
ni emperador coronado,
ni lucero caminante.

Cuando la cabeza inclina
sobre su pecho de jaspe,
la noche busca llanuras
porque quiere arrodillarse.
Las guitarras suenan solas
para San Gabriel Arcángel,
domador de palomillas
y enemigo de los sauces.
San Gabriel: El niño llora
en el vientre de su madre.
No olvides que los gitanos
te regalaron el traje,

II

Anunciación de los Reyes,
bien lunada y mal vestida,
abre la puerta al lucero
que por la calle venía.
El Arcángel San Gabriel,
entre azucena y sonrisa,
bisnieto de la Giralda,
se acercaba de visita.
En su chaleco bordado
grillos ocultos palpitan.
Las estrellas de la noche
se volvieron campanillas.
San Gabriel: Aquí me tienes
con tres clavos de alegría.
Tu fulgor abre jazmines
sobre mi cara encendida.

Dios te salve, Anunciación.
Morena de maravilla.
Tendrás un niño más bello
que los tallos de la brisa.
¡Ay, San Gabriel de mis ojos!
¡Gabrielillo de mi vida!,
Para sentarte yo sueño
un sillón de clavellinas.
Dios te salve, Anunciación,
bien lunada y mal vestida.
Tu niño tendrá en el pecho
un lunar y tres heridas.
¡Ay, San Gabriel que reluces!
¡Gabrielillo de mi vidal!
En el fondo de mis pechos
ya nace la leche tibia.
Dios te salve, Anunciación.
Madre de cien dinastías.
Áridos lucen tus ojos,
paisajes de caballista.

III

El niño canta en el seno
de Anunciación sorprendida.
Tres balas de almendra verde
tiemblan en su vocecita.

Ya San Gabriel en el aire
por una escala subía.
Las estrellas de la noche
se volvieron siemprevivas.

7: ¿QUIEN HA ENTRADO EN EL PORTAL DE BELÉN?
Gerardo Diego

¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado por la puerta?
¿quién ha entrado, quién?.

La noche, el frío, la escarcha
y la espada de una estrella.
Un varón -vara florida-
y una doncella.

¿Quién ha entrado en el portal
por el techo abierto y roto?
¿Quién ha entrado que así suena
celeste alboroto?

Una escala de oro y música,
sostenidos y bemoles
y ángeles con panderetas
dorremifasoles.

¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén,
no por la puerta y el techo
ni el aire del aire, quién?.

Flor sobre impacto capullo,
rocío sobre la flor.
Nadie sabe cómo vino
mi Niño, mi amor.

8. Pastores que veláis

Sta . Teresa de Jesús

¡Ah, pastores que veláis,

por guardar vuestro rebaño, mirad que os nace un Cordero, Hijo de Dios Soberano!

Viene pobre y despreciado, comenzadle ya a guardar,

que el lobo os le ha de llevar, sin que le hayamos gozado.

– Gil, dame acá aquel cayado que no me saldrá de mano,

no nos lleven al Cordero:

¿no ves que es Dios Soberano?

– ¡Sonzas!, que estoy aturdido

de gozo y de penas junto.

– ¿Si es Dios el que hoy ha nacido, cómo puede ser difunto?

– ¡Oh, que es hombre también junto! La vida estará en su mano;

mirad, que es este el Cordero,

Hijo de Dios Soberano.

– No sé para qué le piden,

pues le dan después tal guerra.

– Mía fe, Gil, mejor será

que se nos torne a su tierra.

– Si el pecado nos destierra,

y está el bien todo en su mano,

ya que ha venido, padezca

este Dios tan Soberano.

– Poco te duele su pena;

¡oh, cómo es cierto del hombre, cuando nos viene provecho,

el mal ajeno se esconde!

– ¿No ves que gana renombre

de pastor de gran rebaño?

– Con todo, es cosa muy fuerte

que muera Dios Soberano.

9. Al Nacimiento de Jesús

Sta . Teresa de Jesús

Hoy nos viene a redimir

un Zagal, nuestro pariente,

Gil, que es Dios omnipotente.

– Por eso nos ha sacado

de prisión a Satanás;

mas es pariente de Bras,

y de Menga, y de Llorente.

¡Oh, que es Dios omnipotente!

– Pues si es Dios, ¿cómo es vendido y muere crucificado?

– ¿No ves que mató el pecado, padeciendo el inocente?

Gil, que es dios omnipotente.

– Mi fe, yo lo vi nacido

de una muy linda Zagala,

– Pues si es Dios ¿cómo ha querido estar con tan pobre gente?

– ¿No ves, que es omnipotente?

– Déjate de esas preguntas, muramos por le servir,

y pues El viene a morir muramos con El, Llorente, pues es Dios omnipotente.

10. Para navidad

Sta . Teresa de Jesús

Pues el amor

nos ha dado Dios,

ya no hay que temer, muramos los dos.

Danos el Padre

a su único Hijo:

hoy viene al mundo

en pobre cortijo.

¡Oh gran regocijo,

que ya el hombre es Dios! no hay que temer, muramos los dos.

– Mira, Llorente

qué fuerte amorío,

viene el inocente

a padecer frío;

deja un señorío

en fin, como Dios,

ya no hay que temer, muramos los dos.

– Pues ¿cómo, Pascual, hizo esa franqueza,

que toma un sayal dejando riqueza?

Mas quiere pobreza, sigámosle nos;

pues ya viene hombre, muramos los dos.

– Pues ¿qué le darán

por esta grandeza?

– Grandes azotes

con mucha crudeza.

– Oh, qué gran tristeza

será para nos:

si esto es verdad

muramos los dos.

– Pues ¿cómo se atreven siendo Omnipotente?

¿Ha de ser muerto

de una mala gente?

– Pues si eso es, Llorente, hurtémosle nos.

– ¿No ves que El lo quiere? muramos los dos